La discriminación puede suceder en múltiples formas cotidianas, como por ejemplo, en el lenguaje. A través del lenguaje nombramos el mundo en función de unos valores. Por tanto, con el lenguaje podemos transmitir prejuicios, estigmas, estereotipos… En definitiva, el lenguaje puede ser una forma de discriminación. Para evitarlo debemos usar un lenguaje inclusivo. Los profesionales de la Integración Social son uno de los colectivos responsables de transmitir los valores inclusivos del lenguaje. Veamos cómo.

 

El uso del lenguaje inclusivo

La apuesta por el uso del lenguaje inclusivo es una forma de cambiar las concepciones, actitudes y prácticas lingüísticas, utilizando términos y conceptos neutros que incluyen todos los grupos que existen dentro nuestra sociedad.

 

Ejemplos de lenguaje inclusivo

Para evitar el uso sexista en el lenguaje:

  • Debemos hacer el esfuerzo de nombrar las cosas en femenino: niño, niña, usuario, usuaria, médico, médica, juez, jueza… En el uso de nombres colectivos, utilizar aquellos que incluyen ambos géneros. En lugar de usar alumnos, utilizar el alumnado, en lugar de los funcionarios, usar el funcionariado…
  • De igual forma, abandonar el uso de “el hombre” como representación de las personas, usar “personas”, “ser humano”, “la humanidad” o “la especie humana”, en su lugar.
  • Evitar el uso del signo @, ya que no es lingüístico y además es impronunciable.
  • En el uso de pronombres, evitar usar la versión masculina “todos, varios, muchos” y usar “todas las personas”, “un conjunto de”, “gran cantidad de “…
  • Además de usar la palabra “ persona” para evitar usar el masculino: en lugar de responsable, usar “persona responsable”, no utilizar “interesados”, usar “personas interesadas”, etc.

Aquí puedes encontrar más recursos para el uso de un lenguaje no sexista en tu manera de comunicarte.

 

Para referirnos a diferentes diversidades humanas, personas, grupos y comunidades discriminadas:

  • Evitar expresiones no inclusivas como “discapacitados” y hablar de “personas con discapacidad».
  • Intenta no usar “minusválido”, “inválido” o “deficiente mental” e utilizar un lenguaje inclusivo como “personas con discapacidad intelectual o motriz”.
  • Al hablar de “personas que sufren discapacidad” estamos siendo discriminatorios, para evitarlo debemos hablar de “personas que viven con una discapacidad visual, intelectual, auditiva…”
  • No hablar de “prostitutas”, hablar de “trabajadores sexuales”.
  • Dejar a un lado “trata de blancas”, “sirviente/a”, “ama/o de casa”, “recluso”, utilizar “personas víctimas de trata”, “personas remuneradas del hogar”, “personas no remuneradas del hoga”, “personas privadas de libertad”.

 

¿Crees que la utilización del lenguaje inclusivo debería estudiarse en la escuela? ¿Tienes una sensibilidad especial en estos aspectos? Quizá tengas el perfil de integrador social, una de las profesiones que te permitirán trabajar en servicios sociales, administraciones públicas, ONGs, centros de acogida…