Educación infantil es el nombre que recibe el ciclo formativo previo a la educación primaria obligatoria. Los seis cursos de la etapa infantil se organizan en dos ciclos educativos de tres cursos cada uno: el primer ciclo de educación infantil va de los cero a los tres años y el segundo de los tres a los seis años. Aunque se trate de un periodo formativo voluntario, el segundo ciclo de educación infantil está tan generalizado que casi el cien por cien del alumnado de esta edad está escolarizado.  

Áreas y contenidos del segundo ciclo de educación infantil

La finalidad del primer ciclo de educación infantil es satisfacer las necesidades de los niños y facilitar la conciliación familiar. Por su parte, en el segundo ciclo de educación infantil se pretende favorecer el desarrollo físico, intelectual, social, afectivo y personal de niños y niñas. 

Para ello, se trabajan tres áreas de conocimiento, cada una de ellas con sus propios objetivos específicos: 

  1. Conocimiento de sí mismo y autonomía personalTiene dos bloques de contenido: «La identidad personal, el cuerpo y los demás» «Vida cotidiana, autonomía y juego». 
  2. Conocimiento del entorno. Los objetivos específicos de esta área están repartidos en tres bloques de contenido: «Medio físico: elementos, relaciones y medidas»«Acercamiento a la naturaleza» y «Vida en sociedad y cultura».
  3. Lenguajes: comunicación y representación. Tiene tres bloques de contenido diferentes: «Lenguaje corporal»«Lenguaje verbal» «Lenguaje artístico». 

Mediante juegos y actividades prácticas, se desarrollan unos contenidos que son fundamentales para la educación de niños y niñas, pues determinan las bases de su aprendizaje futuro.  

La educación de niños y niñas entre los 3 y los 6 años

Aunque durante el segundo ciclo de educación infantil el niño ya empieza a ser bastante autónomo, continúa su proceso de adaptación en la escuela. De hecho, es durante este periodo cuando más se debe trabajar dentro del contexto escolar. 

Entre los tres y los seis años, el lenguaje ya se ha consolidado y gracias a él el niño puede regular su conducta y relacionarse de manera equilibrada con los demás. No obstante, en esta etapa no solo se producen avances en el lenguaje, sino también en la mayor parte de aspectos cognitivos: expresión, psicomotricidad, autonomía, aptitudes relacionales, etc.  

Para conseguir afianzar todas estas aptitudes, es fundamental una intervención pedagógica adecuada y un trato igualitario con el resto de compañeros de clase. Por eso, durante el segundo ciclo de educación infantil, la función principal del educador infantil será la de estimular el desarrollo del niño en todas sus potencialidades: tanto en sus capacidades como en sus hábitos y sus conocimientos.  

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