A pesar de los avances en igualdad de género, nuestra sociedad todavía debe afrontar muchos retos en este terreno. Uno de ellos es el uso de un lenguaje no sexista, tanto en el ámbito profesional como en la vida cotidiana. A continuación te explicamos qué es el lenguaje inclusivo y cómo puedes incorporarlo en tu día a día.
¿Qué es el lenguaje inclusivo o lenguaje no sexista?
El lenguaje inclusivo, también llamado lenguaje no sexista, es una práctica lingüística que pretende incluir y visibilizar tanto a hombres como a mujeres. Tal y como indica la Organización de las Naciones Unidas, la lengua española cuenta con numerosos recursos para expresarnos de una forma más inclusiva y menos sexista. Estos recursos pueden agruparse en tres tipos de estrategias. A la hora de decidir qué estrategia usar, debe tenerse en cuenta el contexto y la situación comunicativa.
1) Evita expresiones discriminatorias
- Usa las formas de tratamiento, el pronombre personal y los adjetivos más adecuados para cada persona; no añadas la palabra mujer a la profesión, y usa siempre el tratamiento de señora y no el de señorita.
- Evita expresiones que implican estereotipos de género: «se comporta como una señorita« o «hay hombres que colaboran en las tareas del hogar«.
2) Explicita el género cuando la situación comunicativa lo requiera
- Desdobla una palabra en masculino y femenino para visibilizar a las mujeres y los hombres de un mismo grupo: «los niños y las niñas«, «los candidatos y las candidatas«.
- Si necesitas ahorrar espacio, emplea estrategias tipográficas como la barra o los paréntesis para incorporar el femenino: «el/la director/a«, «el (la) auditor(a)«.
3) No explicites el género cuando la situación comunicativa no lo requiera
- Omite el determinante ante sustantivos comunes: «acudieron representantes de diferentes países«.
- Utiliza sustantivos colectivos y estructuras genéricas: «la audiencia«, «el equipo de investigación«, «el cuerpo docente«.
- Usa pronombres no marcados, como alguien o nadie, y el adjetivo indefinido cada: «nadie lo supo» (mejor que «ningún alumno lo supo»).
- Sustituye ciertos sustantivos por adjetivos sin marca de género: «la revuelta estudiantil« (mejor que «la revuelta de los estudiantes«).
- Utiliza construcciones con el pronombre se, pasivas reflejas o pasivas perifrásticas: «se advierte» (en lugar de «los expertos advierten»).
- Usa el infinitivo y el gerundio en vez de sintagmas con marcas de género: «trabajando con coordinación» (mejor que «si los empleados se coordinan»).
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