La distribución es uno de los aspectos más importantes de la gestión logística. Entregar un producto tarde o en mal estado puede romper de manera irreversible la confianza entre empresa y cliente. Hoy te explicamos qué elementos debemos tener en cuenta a la hora de planificar una ruta de transporte logístico con éxito.  

Planificar una ruta de transporte: factores a tener en cuenta

Para planificar sus rutas de distribución, las empresas deben considerar todos los factores que repercuten directamente en la logística del transporte: 

  • Red de carreteras: hay que estudiar los tipos de vías, las zonas de tránsito, los peajes, los niveles de tráfico y las limitaciones de acceso. 
  • Selección de vehículos: además de la disponibilidad de las unidades de transporte, hay que considerar las dimensiones y las características de cada unidad.  
  • Tramitación de permisos: dependiendo de la ruta y el tipo de mercancía, es posible que se apliquen permisos, restricciones y condiciones especiales.  
  • Plazos de entrega: hay que diferenciar entre envíos regulares y envíos urgentes y de última hora. 
  • Tipo de mercancía: es importante tener en cuenta características como la cantidad, el volumen, el peso y la fragilidad de los productos que hay que entregar. 

¿Cómo diseñar una ruta de distribución logística?

Antes de planificar una ruta logística, debemos realizar un diagnóstico previo de todos estos factores. Esto nos permitirá identificar las carencias y fortalezas de las rutas actuales, que nos servirán de punto de partida para diseñar la nueva red de transporte. El diseño de una ruta de distribución debe incluir los siguientes puntos: 

  • Conocimiento del cliente: para desarrollar rutas estratégicas, es necesario tener una base de datos que incluya la ubicación de los clientes y los destinos más frecuentes.  
  • Selección de rutas principales y alternativas: además de considerar el tiempo que se tarda en cubrir cada ruta, debemos valorar otros factores, como las restricciones de acceso y los niveles de tráfico. 
  • Selección de los medios de transporte: hay que determinar qué vehículo es el más adecuado para cada trayecto y tipo de mercancía.  
  • Tecnología y comunicación: hoy en día existen dispositivos y programas que nos permiten realizar un seguimiento en tiempo real de las entregas. 

En un contexto como el actual, el campo de la logística ofrece muchas oportunidades profesionales. Si quieres dedicarte a un sector en crecimiento, el ciclo formativo de grado superior de Transporte y Logística te capacita para planificar las rutas de distribución y gestionar las actividades logísticas de cualquier empresa.