Ya hemos hablado anteriormente sobre la gestión de stocks, pero hoy nos vamos a centrar en el método Just in Time (JIT), también llamado justo a tiempo, que se desarrolló en Japón en la década de 1960. La fábrica de Toyota lo puso en marcha para reducir costes, en concreto en el inventario de materia prima, partes del ensamblaje y productos finales.

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¿Qué es el método Just in time?

El sistema JIT es uno de los modelos de gestión de stocks más usados en las cadenas de producción. Se trata de producir solo la cantidad necesaria de producto y en el momento en que se necesite. De esta manera, se reduce el capital inmovilizado, lo que a su vez tiene un impacto en la eficiencia de los procesos y en la reducción de costes.

La filosofía Just in Time promueve que se mantenga un nivel mínimo de suministros para la fabricación, por lo que es extremadamente importante tener una buena organización que permita evitar fallos o retrasos en el proceso productivo.

Ventajas y desventajas del sistema JIT

A grandes rasgos, los beneficios del método Just in Time en logística son los siguientes:

  • Se reduce el inventario y, por lo tanto, los costes que se derivan de su almacenaje.
  • Se minimizan las pérdidas de suministros obsoletos.
  • Se desarrolla una relación más cercana con los proveedores, lo que facilita asegurar compras a lo largo del año.
  • Es un sistema muy flexible en el que se pueden hacer cambios de manera más rápida.

Sin embargo, el método Just in Time también presenta algunas desventajas, como las siguientes:

  • La exposición a retrasos y suspensiones en las entregas por falta de los suministros necesarios para continuar el proceso de producción, lo que a su vez tendrá un impacto negativo en los gastos.
  • El riesgo de no conseguir un buen precio de compra en caso de adquirir cantidades muy bajas de los materiales necesarios para la producción. Esto provoca un aumento del coste, pues hay que cambiar de suministrador continuamente.