Las ventajas de estudiar FP se multiplican en el caso de optar por la FP a distancia, ya que su oferta formativa está adaptada a la digitalización creciente y es más accesible para la población activa.

La Formación Profesional crece en número de estudiantes más que el resto de estudios secundarios y no deja de ganar prestigio entre empresas y profesionales. Mientras que cuatro de cada diez graduados universitarios se ven obligados a realizar un trabajo por debajo de su cualificación, cada vez se ofrecen más salidas profesionales para los titulados técnicos.

Una oferta formativa ampliada y renovada

Según el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional, en 2030 los nuevos puestos de trabajo que se crearán en España requerirán un 65% de profesionales con estudios técnicos. Tanto en el ámbito estatal como a escala autonómica, se está trazando un plan estratégico para adaptar la FP a los retos del futuro. El Ministerio de Educación y Formación Profesional trabaja en dos líneas paralelas:

  1. Actualizar y modernizar el catálogo de títulos. Ampliarán la oferta de títulos de FP hasta 172 e incorporarán un nuevo módulo profesional sobre digitalización aplicada al sector.
  2. Diseñar nuevas formaciones adaptadas al sistema productivo actual. Prestarán especial atención a los sectores emergentes, la aplicación de procesos de economía circular y el uso de redes de comunicación 5G.

Además, se tendrá que ampliar la oferta hasta crear unas 200.000 plazas nuevas en los próximos 10 años.

Una FP a distancia y adaptada a la población activa

Por otro lado, habrá que flexibilizar las opciones formativas para que sean más accesibles para la población activa. Para ello, serán necesarios los siguientes procesos:

  • Elaborar materiales apropiados para la formación a distancia.
  • Diseñar un procedimiento más ágil de acreditación de competencias básicas para los adultos.
  • Implantar medidas creativas para que quienes viven en el medio rural puedan estudiar ciclos que no se ofrezcan en su región.
  • Tener una organización modular del currículo para que el estudiante pueda organizarse su propio itinerario.

En definitiva, la nueva FP deberá responder a las necesidades actuales de cada sector productivo y ser una palanca de productividad, competitividad e innovación empresarial.