La rehabilitación psicosocial puede emplearse en diversas casuísticas dentro del mundo de la integración social. Una de ellas es en el caso de personas con enfermedades mentales graves. Te contamos los detalles.

Cómo trabaja la rehabilitación psicosocial

La rehabilitación psicosocial se basa en los principios de autonomía, normalización e independencia. Integrar a las personas con una enfermedad mental crónica dentro de su comunidad, para que puedan desarrollar una vida más autónoma, es uno de los caminos para esa rehabilitación. El objetivo es integrar socialmente a la persona para que desarrolle unas pautas sociales normales y adaptadas a sus características y entorno.

Los recursos que utiliza son, por una parte, la familia, con una participación activa, y por otra, el entorno laboral y social.

Pautas y procesos de la rehabilitación psicosocial

La rehabilitación psicosocial es un proceso continuo que empieza con una evaluación. Generalmente, la evaluación se realiza por medio de la entrevista, que permite desarrollar un plan de tratamiento a la medida de cada caso.

Gracias a la evaluación, se detectan las áreas en las que la persona puede llevar a cabo una vida lo más autónoma, normalizada e independiente posible. Por ejemplo, en las relaciones con los demás, en el ámbito económico o de salud, e incluso en lo que respecta a autonomía doméstica. Se trata de una evaluación funcional, de cómo se desenvuelve en su día a día y de los roles sociales que pueda desarrollar.

Una de las metodologías iniciales empleadas en la rehabilitación psicosocial es la toma de conciencia del trastorno y aceptación del tratamiento. El primer paso para rehabilitarse psicosocialmente es ser capaz de reconocer y cumplir pautas conductuales y tratamientos de autocuidado. Hay muchas otras metodologías. Si te interesa formarte en el ámbito de la rehabilitación psicosocial, cursa un ciclo formativo de integración social.