El pasado 1 enero, el Reino Unido dejó de formar parte oficialmente de la Unión Europea. Las consecuencias del Brexit provocarán la aparición de barreras comerciales que tendrán un impacto irreversible sobre la economía del resto de países europeos. Si hace unos meses explicamos en profundidad qué era el Brexit y qué consecuencias tendría, en el artículo de hoy resumimos sus principales consecuencias para España.

¿Qué relación comercial hay entre España y el Reino Unido?

El mercado británico es uno de los principales mercados para las exportaciones españolas, como demuestran las siguientes cifras:

  • El Reino Unido es el quinto socio comercial de España. En 2019, el Reino Unido recibió el 6,8 % del total de exportaciones españolas, lo que supone un volumen de 20.000 millones de euros, por detrás de Alemania, Francia, Italia y Portugal.
  • El Reino Unido es el segundo destino de inversión exterior directa que tiene nuestro país, solo por detrás de Estados Unidos. En 2018, el stock acumulado alcanzó los 85.000 millones.

Aunque muchas empresas españolas mantienen relaciones comerciales con el mercado británico, es posible que algunas replanteen sus inversiones si cambian algunos factores, como la fiscalidad y la regulación laboral. Y es que, solo entre los meses de enero y octubre de 2020, las exportaciones españolas al Reino Unido descendieron un 18,2 %.

 

Las principales consecuencias del Brexit para España

Como el acuerdo definitivo entre el Reino Unido y la Unión Europea se cerró el pasado 24 de diciembre, aún no se conocen todas las consecuencias que tendrá el Brexit para España y el resto de los países europeos. De momento, el principal impacto es que los flujos de mercancías ya no tendrán la consideración de operaciones intracomunitarias y, por tanto, estarán sujetos a los trámites de las aduanas y a la liquidación del IVA de las importaciones.

Así pues, para vender o comprar bienes al Reino Unido, las empresas españolas deberán realizar las siguientes operaciones:

  • Tener un número de identificación británico.
  • Presentar una declaración en la aduana.
  • Proporcionar datos de protección y seguridad.
  • Realizar trámites adicionales para el comercio de bienes con impuestos especiales, como el alcohol, el tabaco o el combustible.

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