Muchos agentes del sector retail siguen innovando para ofrecer a los consumidores una experiencia de compra cada vez más completa. Se busca cómo ofrecer una experiencia agradable, memorable, que anime a comprar y a volver. Es decir, que ayude a que el consumidor incremente su implicación con la marca y se identifique cada vez más con ésta.
Los espacios comerciales, son un punto de contacto importante con la marca y en algunos de los casos uno de los puntos de contacto más importantes o, incluso, el más importante. Así pues, no es baladí definir una buena estrategia para crear los espacios comerciales de una marca. Hay que ser creativos, poner al consumidor en el centro, ser fiel a la personalidad de la marca y tener mentalidad innovadora. Probablemente, una de las garantías de éxito es que personas de diferentes perfiles y departamentos se unan para llevar a cabo la creación o rediseño del espacio comercial. De esta manera, será más fácil que cada profesional aporte su punto de vista único y que la suma de todos enriquezca la estrategia y el resultado final. En el caso de las pop-up stores, uno de los objetivos principales que hay marcarse es sorprender al cliente.
Pero, ¿qué son exactamente las pop-up stores?
Una pop-up store es un espacio comercial temporal. El término proviene de las ventanas emergentes en Internet (pop-up), que se abren de repente. Son tiendas temporales que permiten a las marcas tener, por ejemplo, una presencia en los sitios más emblemáticos y cotizados de las ciudades y ampliar su presencia en el mercado durante un tiempo determinado. El espacio puede contener una venta de muestras un día y hospedar un evento privado al día siguiente. Se sirven de la estrategia de marketing experiencial, que ofrece a las marcas un canal directo de venta, una manera eficaz para fidelizar a los clientes y la posibilidad de descubrir nuevos mercados. Las pop-up stores permiten a las marcas crear un ambiente único que involucra a sus clientes, así como generar sensaciones de relevancia, interactividad, cercanía, empatía, etc. Las tiendas temporales son particularmente indicadas para las campaña de temporada, como Navidad, Halloween, la ‘vuelta al cole’ o las vacaciones de verano.
“Se trata de una tienda efímera que se abre con un fin determinado: dar a conocer un producto, venta de stock, permitir un acercamiento con el cliente… Pero siempre, todo ello, de la mano de una tienda espectáculo. Se trata de vivir una experiencia», comenta en ABC.es Panambí Martínez, directora de Pop Up Store España. El término muchas veces se aplica a menudo a las tiendas que ofrecen artículos de ropa, donde el objetivo de vender en la tienda es menos importante que el de fomentar la demanda de los productos y la imagen de la marca. Eso servirá para generar negocio en otros lugares de venta, como por ejemplo el e-commerce. Esta estrategia empezó en Londres y en Nueva York. Pero la inspiración de esta original idea proviene de otro continente. “La idea nace de la mano de una agencia de comunicación estadounidense tras un viaje a Japón. Observaron cómo, en una zona muy cercana al puerto y solo una vez al año, se abría al público un espacio comercial en el que siempre se agotaba todo. Así vieron cómo se podía dar un carácter más exclusivo y original al concepto de la venta. La idea se trajo a Occidente y se ha consolidado”, continúa Panambí.
Como recoge el diario Cinco Días, tenemos un ejemplo reciente de pop-up store: la apertura de la primera tienda de Tesla en España, en la capital catalana. Desde el 19 de mayo hasta mediados de julio se podrá visitar en Barcelona la tienda de una de las marcas tecnológicas más innovadoras.
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