La realidad aumentada (RA) es una de las tecnologías que presenta un mayor crecimiento, incluso en redes sociales como Facebook o en el desarrollo de aplicaciones multiplataforma. Son muchos los museos o zoos de todo el mundo que aplican elementos virtuales típicos de la realidad aumentada para poder nadar junto a ballenas o acariciar un león. La tecnología RA permite mejorar la realidad, sensorialmente, en una realidad mixta entre el mundo real y el virtual.

 

Tipos de tecnologías que componen la RA

Espejos, gafas de realidad aumentada, proyecciones…Hasta en lentes de contacto (próximamente, claro). La realidad aumentada cuenta con múltiples vías para desarrollarse y funciona con el objetivo de destacar características, mejorar la comprensión o los datos concretos. En definitiva, sus aplicaciones son infinitas, y estos son los diferentes tipos de tecnologías que utiliza:

Proyección de la RA

Se proyecta luz artificial sobre superficies del mundo real. Pero no acaba aquí: las aplicaciones de realidad aumentada, además, pueden detectar la interacción táctil de esta luz proyectada. De esta manera, la interacción del usuario se detecta por una proyección alterada sobre la proyección esperada.

Superposición de la RA

Antes de la superposición, la aplicación debe reconocer qué elemento tiene que reemplazar. Una vez conseguido, se superpone parcial o totalmente un objeto.

Marcadores de RA

Gracias a una cámara o a un marcador visual —un código QR, por ejemplo—, distingue un marcador de cualquier otro objeto del mundo real. De este modo, la información se superpone al marcador. 

Geolocalización de RA

No usa marcadores: se basa en la geolocalización que emite, por ejemplo, nuestro teléfono inteligente a través del GPS para conocer la posición y ubicación.

Dispositivos para la RA

Para poder reconocer el mundo real y las interacciones del usuario con la realidad aumentada es necesario contar con sensores y cámaras. El proyector, generalmente muy pequeño, permite proyectar la realidad en cualquier espacio sin necesidad de usar un teléfono móvil o una tableta para interactuar. Las gafas o los espejos también utilizan la realidad aumentada… Todo ello, además, tiene un sinfín de aplicaciones.