Inteligencia emocional es un término de uso cada vez más común pues engloba habilidades importantísimas para el buen desarrollo de la persona y de su manera de relacionarse con los otros. 

 

Puede que lo hayas escuchado con anterioridad pero no sepas a qué se refiere y, por eso, en este artículo te lo contamos todo sobre la inteligencia emocional. 

 

3 habilidades clave para el desarrollo emocional

Desde su aplicación a la educación infantil hasta su importancia en el mundo laboral, la inteligencia emocional es la clave que permitirá a la persona desarrollar verdaderamente su personalidad y una forma concreta y sana de estar en el mundo.

 

La inteligencia emocional se basa en 3 habilidades clave:

 

  • Autocontrol. Cuando hablamos de autocontrol no nos referimos a la represión de las emociones, sino la adaptación de la intensidad de nuestra respuesta emocional a distintos estímulos.
  • Entusiasmo. La mejor respuesta ante la ansiedad y la preocupación es encontrar aquello que nos haga sentir entusiasmados. Nuestra capacidad de entusiasmarnos nos sitúa de una manera más flexible, tranquila y abierta ante una problemática, aumentando las posibilidades de alcanzar un éxito que definamos nosotros mismos. 
  • Empatía. Por último, romper las barreras que nos separan del otro y practicar la empatía no solo amplía nuestra perspectiva emocional, sino que genera un ambiente donde sentirnos más cómodos y seguros.

 

Inteligencia emocional en niños y adolescentes

Se sabe que la inteligencia emocional es primordial para el correcto desarrollo cognitivo de cualquier niño. Por esta razón, independientemente de si el niño cuenta con una inteligencia normal o con un coeficiente intelectual elevado, tendrá necesidades emocionales muy parecidas.

 

Aún así, para asegurar un desarrollo psicológico positivo de los niños con un coeficiente intelectual (CI) elevado, debemos estar atentos a su sensibilidad. Hablamos de niños con un grado alto de capacidad sensitiva, mucha energía, intensa actividad mental y física, así como tendencia a cuestionar y resolver problemas.

 

Todo lo anterior los tiende a aislar pues muchos adultos tienden a rehuir su impulsividad, resultando tanto en fracasos escolares como en la represión emocional. Para evitar esto es importante que les damos un trato especial y adaptado a ellos y les ayudemos en todo lo posible a comprender sus emociones y su relación con su entorno y otras personas.

 

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