Dícese de la capacidad de operar competentemente en una determinada actividad. Eso es lo que dice la RAE sobre la “aptitud”. Aunque en otra acepción dice “capacidad y disposición para el buen desempeño o ejercicio de un negocio, industria o arte”. ¿No es maravilloso que la Real Academia Española nos dé respuestas a nuestras preguntas teóricas, de un modo tan concreto y al mismo tiempo tan simple? ¿Acaso no roza la excelencia académica referirse a la aptitud relacionándola directamente con el negocio, la industria y el arte? ¿Se puede ser más directo? ¿Más conciso? Probablemente no. Mejorar tus aptitudes ahora es más fácil que nunca.

Y es que la aptitud es eso. Negocio, industria, arte. Es la habilidad, la agilidad, la genialidad. Es un tecnicismo espléndido para referirnos a la capacidad de hacer y crear cosas con valor: la capacidad de organizar, de avanzar, de perseverar, de descubrir, de liderar… De tantas y tantas facultades que componen toda la gama de cualidades que hallamos en los negocios, la industria y el arte.

Aunque es cierto que para estructurar bien cualquier tesis acerca de como mejorar tus aptitudes no vale sólo con referirse a distintas cualidades y a relacionarlas con los sectores a los que pueden ser útiles. Hay que empezar por lo genérico -definición y entendimiento- para luego pasar a lo concreto -adquisición, progreso y mejora de las aptitudes a través de la formación profesional.

Así que empecemos por el principio. Dado que ya hemos usado varios sinónimos de la aptitud y hasta su definición léxica, sólo debemos añadir algunas nociones más para alcanzar el entendimiento del concepto. La aptitud es una de las dos partes fundamentales de la fórmula binómica clásica del éxito: aptitud y actitud. La actitud es el esfuerzo, las ganas, la voluntad. La aptitud es la habilidad y el conocimiento. Una buena construcción de ambas te ayudará a mejorar tus aptitudes profesionales y te llevará al éxito seguro.

Así que hablemos ahora de mejorar aptitudes en concreto. Para matar rápido el tema teórico, la aptitud tiene dos vertientes: la teórica y la práctica. Ejemplos: una aptitud teórica puede ser interpretar un balance de situación; una aptitud práctica es el manejo de herramientas de edición de diseño. Las dos vertientes son importantes si además tenemos en cuenta que muchas aptitudes tienen un fundamento teórico y una aplicación práctica.

La FP te ayudará a mejorar tus aptitudes profesionales

Es por todo ello, que la formación profesional se concibe como el escenario idóneo para la adquisición y mejora de aptitudes. ¿Porqué? Pues porqué la formación profesional está pensada para dar una educación que convierta al estudiante en un profesional apto para entrar al mercado laboral. Y ese camino pasa por transmitir al estudiante una serie de aptitudes que le permitan desenvolverse con soltura en el entorno laboral del sector en el que haya decidido especializarse. A diferencia de las carreras universitarias, que tienen un cariz más académico en detrimento de lo práctico, la formación profesional centra todo su sistema pedagógico en la transmisión de habilidades y facultades a los alumnos.

¿Más concreción? Una de las herramientas que se está aplicando últimamente es el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) a través del cual los alumnos se enfrentan a simulaciones de casos reales que deben resolver con los conocimientos que han adquirido durante el curso. Ello estimula que el cerebro de los estudiantes busque la relación entre los conocimientos que tiene almacenados y las complicadas problemáticas de la vida real. Eso es aptitud. Es haber empezado a generar agilidad cerebral, habilidad para atacar los problemas, genialidad para resolverlos. Y parte de todo esto el ABP también aporta otras aptitudes como la búsqueda de información y el trabajo en equipo.

Y, en último lugar, para llegar al más alto grado de concreción podemos servirnos de un ejemplo para ver cuántas aptitudes se aprenden en un grado de formación profesional. En el grado de Administración y Finanzas que ofrece FP JE UOC se adquieren, entre otras, las siguientes aptitudes: clasificar, registrar y archivar comunicaciones y documentos; realizar la gestión contable y fiscal de la empresa; organizar y supervisar la gestión administrativa de personal de la empresa, etc. Es por todas estas razones que en FP Jesuïtes UOC dedicamos nuestros esfuerzos a que al alumno le sea fácil mejorar sus aptitudes, sin perder nunca de vista la otra pata de la ecuación: la actitud. ¿Te animas a mejorar tus aptitudes profesionales?