Sobre este tema ya hemos hablado en alguna ocasión. En posts anteriores hemos hablado sobre las ventajas prácticas que tiene estudiar para un adulto de más de 35 años. Hoy, sin embargo, queremos centrarnos en las ventajas pedagógicas y cognitivas.

En primer lugar, debemos señalar que, en líneas generales, la educación en colectivos que superan la treintena suele tener una mayor eficacia que en la educación convencional. Eso se debe principalmente a una razón: un mayor interés. A continuación desarrollamos algunas ideas de qué supone ese mayor interés:

· Mayor conciencia de la relación aprendizaje-utilidad. Cuando uno estudia por obligación adquiere y almacena conocimientos sin mucho entusiasmo, lo que provoca que el estudiante retenga en su cabeza un porcentaje bajo de los conocimientos.

Y, además, en la educación de adultos aparece un elemento que ni siempre está presente en la educación de los jóvenes: la motivación. Son muchos los estudiantes que estudian por obligación o sin ningún tipo de motivación o incentivo. Por el contrario, en el caso de los mayores de 35 años que deciden estudiar parece obvio que la formación tiene un objetivo muy concreto y, por lo tanto, ejerce un papel motivador considerable.

Por todo ello podríamos decir que en el aprendizaje de los adultos se da una mayor productividad. Un mayor rendimiento en base a los recursos invertidos pues se presupone que cada esfuerzo y cada céntimo invertido en la formación

Otra ventaja es la facilidad a la hora de gestionar la autonomía propia de las nuevas técnicas pedagógicas que hacen recaer el peso de la educación en los estudiantes. Anteriormente ya hemos hablado sobre esa inversión en la estructura clásica del aprendizaje: de la responsabilidad del maestro a la responsabilidad del alumno. Ahí, la mayor edad juega en beneficio de los mayores de 35 años.

· Ventaja cognitiva: al adulto asimila mucho mejor la información abstracta. Numerosos estudios científicos han demostrado y corroborado que la mente de un adulto es capaz de ejecutar pensamientos abstractos que un niño o un joven, para quien tal actividad aún puede ser compleja.

· Mayor capacidad de gestión del tiempo. El adulto de más de 35 años es un individuo que ya lleva bastante tiempo circulando por este mundo. Ha tenido tiempo de aclimatarse y acostumbrarse a la inexorabilidad del tiempo. El tiempo pasa, y punto. Con todo ello, parece evidente que la mayor experiencia vital del adulto que ha superado la treinte le supone una ventaja abismal en un elemento fundamental en la consecución del objetivo de estudiar: el tiempo.

De hecho, existe una expresión que sirve como sucedánea de “tiempo” que tal vez expresa mejor en qué sentido tienen los adultos una ventaja: “los tempos”. La gestión de los tempos. Tal cualidad podría definirse como la capacidad de tener una dimensión acertada del tiempo: medir correctamente cuánto va a durar una acción, saber cuánto tiempo requiere memorizar un determinado texto, etc.

· Espíritu de enriquecimiento escolar. Esta es a nivel colectivo. Se refiere a que una clase formada por gente adulta y madura enriquece notablemente más, tanto a los alumnos como al profesor, que una clase formada por gente joven. Lo lógico, como ya hemos comentado, es que la materia despierte un interés concreto y práctico en cada uno de los alumnos, lo que, en principio, debería generar un clima de interés global por la materia que, a su vez, debería traducirse en preguntas, aportaciones, comentarios y una serie de intervenciones por parte de los alumnos.

¿Qué puedo estudiar si tengo más de 35 años? ¿Qué puedo estudiar para encontrar trabajo?

Esa es la verdadera riqueza de cualquier proceso de aprendizaje: el interés, la duda metódica, el comentario, la aportación. Conocimientos absolutos hay muy pocos. Sin embargo, la capacidad de pensar distinto, de argumentar, de dudar de los planteamientos propios, de ceder a opiniones ajenas mejores que las nuestras… Eso sí que no tiene precio. Los ciclos formativos de FP JE UOC están adaptados para cualquier edad y buscan ser compaginados tanto si el alumno tiene empleo como si está buscando trabajo. ¿Por qué no apuestas por la educación del siglo XXI?