Para vencer las debilidades que todos tenemos solo necesitamos conocer y comprender, e identificar y gestionar las emociones, ser consciente de ellas y de por qué se originan. La inteligencia emocional en el trabajo te ayudará a conseguirlo.

 

Primero: identifica tus defectos y ten conciencia de ellos

El primer paso es tomar conciencia de que algo no funciona. No llegas a los resultados deseados, no consigues lo que te piden o hay tareas que pospones indefinidamente. Los defectos no son elementos aislados, sino que conforman un patrón de comportamiento.

Y nosotros mismos somos los que tratamos de encubrirlos o de compensarlos. Para acabar con tus defectos y debilidades lo primero es tomar conciencia de que existen.

 

Segundo: haz algo que no has hecho hasta ahora

En la última revisión o evaluación puede que te hayan dicho cosas que te han dolido. Muestran tu parte más débil o defectuosa. Y, ante ello, tu respuesta puede haber sido una actitud defensiva. Sin embargo, reconocer dónde eres más débil te permite conocer tus puntos fuertes y te ayuda a confiar más en ti mismo. La actitud defensiva y la justificación son otros signos de debilidad, porque no te dejarán escuchar el mensaje ni, por lo tanto, mejorar.

 

Paso 3: ama tus defectos

Amar aquello que menos nos gusta de nosotros mismos es una forma de inteligencia emocional en el trabajo. Amar ese defecto hará que no siga siendo un defecto problemático. Cuando amas algo te involucras más y eres más práctico. Es la manera de vencerlo.

 

Paso 4: pregúntate por qué antes de arreglarlo

No tengas prisa en arreglarlo: primero pregúntate por qué. Por qué la gente dice esto, ¿por qué es un problema? Y en este punto debes ser consciente de que es posible que te enfades frente a tus defectos. Evita el juicio rápido o bloquear los comentarios que te puedan hacer mejorar. No te culpabilices a ti o a los demás. Tómate tiempo para identificar todos los sentimientos defensivos y de juicio. Ver tus defectos claramente es apartarte de los sentimientos que te nublan la vista. Haz de tus defectos una nueva fortaleza. Este es el primer paso para conseguirlo.