En los últimos años, la inteligencia artificial ha revolucionado la forma en la que comprendemos la tecnología, incluso permeando en ámbitos que nunca habríamos intuido como la enseñanza. Aunque inteligencia artificial y educación no suelen ser dos términos que acostumbremos a asociar, lo cierto es que modelos como Chat GTP están transformando la forma en la que enseñamos y aprendemos.

 

¿Te interesa saber más sobre inteligencia artificial y educación? ¿Quieres saber cómo usar esta tecnología a nuestro favor? Sigue leyendo.

 

Inteligencia artificial y educación: ¿Cómo usar esta tecnología a nuestro favor?

Todos sabemos que una inteligencia artificial jamás podrá sustituir completamente el trabajo de un ser humano, sobre todo en ámbitos tan complejos como la educación. Sin embargo, un buen uso de la inteligencia artificial permite al profesorado liberarse del trabajo más mecánico y rutinario que las IA pueden hacer por él.

 

De esta manera, las IA nos permiten concentrarnos en lo verdaderamente importante, el alumno, y darle una experiencia personalizada, adaptada completamente a sus necesidades. A continuación te traemos algunas de las posibilidades que se abren cuando unimos inteligencia artificial y educación:

 

  1. Personalización de los procesos educativos: gracias a los asistentes inteligentes un alumno podrá consultar una duda en cualquier momento y siempre le será respondida.
  2. Identificación anticipada de alumnos con posible riesgo de abandono, gracias a la analítica predictiva de la IA.
  3. Fomento del trabajo autónomo gracias a modelos como el chat GTP 4 Turbo que ha revolucionado la forma de aprender y entender otros idiomas.

 

Riesgos del uso de las IA en la educación

Aunque el uso de la inteligencia artificial en la educación tenga numerosas ventajas, también debemos prestar atención a los riesgos que trae consigo:

 

  1. Posible deterioro de la privacidad de los datos de alumnos, profesores y centros escolares.
  2. Existencia de sesgos políticos, culturales, morales, etc. presentes en las distintas IA, dependiendo de quién, cómo y con qué las hayan entrenado.
  3. Dificultades para llevar a cabo la gran inversión económica que supondría su implantación.

 

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