El comercio online está en auge y España se sitúa como cuarto país europeo en uso de comercio electrónico. Solo está por detrás de países como Alemania, Reino Unido y Francia. La transformación digital no para de avanzar y llega a todos los sectores económicos. El éxito de este modelo de comercio se confirma con los datos del CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), que habla de un crecimiento del 20,3 por ciento de la facturación, lo que supone un total de 5.948 millones de euros en el segundo trimestre de 2016. Lo cierto es que hay público; 23 millones de ciudadanos españoles acceden a Internet cada día. Y en generaciones como los Millenials y la generación Z el porcentaje de usuarios diarios de Internet se dispara.

Como sabemos, los más jóvenes sobretodo navegan con sus dispositivos móviles, utilizando sus smartphones y tablets para hacer todo tipo de tareas. Lógicamente, comprar es una de esas tareas. Esta es una de las razones por las cuales diversas empresas que tienen ecommerce han lanzado sus aplicaciones para que el usuario compre directamente desde la app de la empresa. En los comienzos del auge de las apps los consumidores parecían más interesados en comprar mediante aplicaciones que mediante la web. Después parece que los usuarios volvieron a utilizar las webs, probablemente por la mala experiencia de uso, causada probablemente por ser una tecnología nueva. Pero estos hábitos de consumo parece que vuelven a cambiar.

Actualmente, la tendencia a comprar desde aplicaciones ha aumentado. Según datos de eMarketer, durante el pasado año los consumidores medios estadounidenses utilizaron aplicaciones durante 3 horas y 5 minutos al día, mientras que sólo estuvieron 51 minutos navegando por Internet. Así pues, muchos negocios están dedicando más recursos a desarrollar aplicaciones para vender sus productos. Como recoge Expansión, el director general de Wish, Peter Szulczewski, decía que  «A través de los smartphones podemos acceder a los consumidores potenciales en cualquier momento».

La compañía de San Francisco ha creado una experiencia online que imita a un centro comercial, ofreciendo un inventario casi infinito en el que además hay promociones especiales sobre las que el cliente puede navegar. Hay algunas aplicaciones que son capaces de detectar el modelo de móvil que tiene el cliente. De esta manera podrán conocer un poco más de su poder adquisitivo ya que, por lo general, suele coincidir con el poder adquisitivo. De esta manera, se pueden hacer ofertas a la medida del usuario. Ya lo decía Google en 2010. Los smartphones ayudarán en el crecimiento del comercio electrónico mundial.

No obstante, si tu empresa se lo está pensando, antes de plantearse crear una app, es buen trazar una estrategia y pensar bien los distintos aspectos que rodean la creación y día a día de una aplicación. Por un lado, hemos de tener claro cuál es nuestro público y qué hábitos tiene. Hemos de conocer muy bien nuestro target, porque si vendes productos para la tercera edad probablemente no tenga mucho sentido. Por otro lado, hemos de ver qué valor añadido tiene nuestra app. Hemos de ver si podemos aprovechar tecnologías como la geolocalización, para que nuestra app ofrezca algo atrayente y distinto a nuestra web. También tendremos que estudiar con qué presupuesto contamos para ello y cuánto rendimiento vamos a sacarle a esa inversión. Por último, como cosas más técnica, hemos de ver quién mantendrá esa aplicación, si nos interesa una web app o un app nativa y en para qué plataforma/s queremos lanzarla (Android, iOs, Windows).

¿Dónde aprender a desarrollar aplicaciones móviles de comercio electrónico?

La economía digital no para de crecer y en En FP UOC-Jesuitas lo tenemos claro. Por eso ofrecemos un Ciclo de Grado Superior para uno de las profesiones más buscadas en el mundo digital. Si, has acertado, hablamos de nuestro Ciclo Formativo en Desarrollo de Aplicaciones Web. En él preparamos a nuestros estudiantes para:

  • · Gestionar servidores de aplicaciones, adaptando su configuración en cada caso para permitir el despliegue de aplicaciones web.
  • · Desarrollar aplicaciones web con acceso a bases de datos utilizando lenguajes, objetos de acceso y herramientas de mapeo adecuados a las especificaciones
  • · Integrar contenidos en la lógica de una aplicación web, desarrollando componentes de acceso a los datos adecuados a las especificaciones.
  • · Desarrollar interfaces en aplicaciones web de acuerdo con un manual de estilo, utilizando lenguajes de marcas y estándares web.
  • · Desarrollar componentes multimedia para su integración en aplicaciones web, empleando herramientas específicas y siguiendo las especificaciones establecidas.
  • · Integrar componentes multimedia en la interfaz de una aplicación web, realizando el análisis de interactividad, accesibilidad y usabilidad de la aplicación.

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