Los cierres contables son una de las gestiones más importantes en la contabilidad de una empresa. La ley establece que hay que hacer al menos uno por año contable, que abarca del 1 de enero al 31 de diciembre. No obstante, algunas compañías los realizan mensual, trimestral o semestralmente.

A continuación veremos unas nociones básicas para elaborar un cierre contable, pero si te interesa el mundo de la contabilidad, con el ciclo formativo de grado superior de Administración y Finanzas podrás adquirir todos los conocimientos necesarios para convertirte en un experto contable.

La importancia del cierre para la contabilidad

El cierre contable es diferente al cierre fiscal. En el primero se analizan variables como los gastos, los ingresos y los costes, y se tienen en cuenta los activos y los pasivos, así como el patrimonio total de la empresa. El cierre contable nos permite obtener un balance final de todas las cuentas.

El cierre fiscal sirve para hacer frente al pago de los impuestos o deducciones correspondientes, y se lleva a cabo después del cierre contable.

Para realizar un cierre contable hay que seguir los siguientes pasos:

  1. Hacer un balance de comprobación de sumas y saldos a partir del libro mayor contable a fin de conocer el estado general de las finanzas de la empresa.
  2. Comprobar, a partir del plan general contable, que no hay errores en la contabilidad de partidas como la financiación básica, los acreedores y deudores, las compras, las ventas, etc.
  3. Asegurarse de que el recuento de existencias es correcto.
  4. Reclasificar deudas y créditos. También se debe hacer una previsión de los mismos de cara al siguiente año contable.
  5. Llevar a cabo los ajustes contables necesarios para poder cerrar el periodo.
  6. Regularizar las cuentas de compras y gastos o, lo que es lo mismo, hacer el asiento de pérdidas y ganancias. De esta manera se puede conocer la rentabilidad de la empresa a corto, medio y largo plazo.
  7. Realizar el asiento de amortización del inmovilizado material. Para ello se tiene en cuenta su precio, estado y valor de adquisición.
  8. Cerrar el libro contable, en el que se reflejan todos los movimientos de la contabilidad durante ese periodo.