¿Cuántas apps te has descargado este año? ¿Cuántas te has desinstalado? Probablemente, una de las razones por la que te has desinstalado una app es por su interfaz y por tu experiencia como usuario de esa aplicación. ¿Cómo podemos mejorar el diseño y estructura de una interfaz? ¿Cómo se puede ayudar con ello a que reluzcan todas las capacidades de la aplicación que se ha creado? ¿Cómo podemos dar una mejor experiencia de usuario a nuestros clientes? Intentaremos contestar a algunas  de las preguntas en este artículo.

El mercado de apps para móviles es más competitivo que nunca con aplicaciones disponibles de todo tipo. Podemos encontrar una aplicación para cualquier cosa que podemos desear o necesitar. Desde un organizador de tareas hasta un espejo, pasando por un medidor de pulsaciones. Con tantas aplicaciones móviles que se lanzan en períodos de tiempo tan cortos, los diseñadores y programadores de apps han de ser conscientes de lo que necesitan para crear aplicaciones que realmente se destaquen entre la multitud ingente que se nos ofrece desde Play Store, App Store y Microsoft Store.

Pero, ¿Cuál es una de las cosas que separa las apps exitosas de las que no? Por un lado tenemos el UI (User Interface, interfaz de usuario) y, por otro, el llamado UX (User Expirience). Pero son dos cosas distintas, no hay que confundirlas. El UI es un concepto que se refiere a la creación de la interfaz, tanto la interfaz gráfica como la interfaz desarrollada por tecnologías como HTML, CSS, YUI, jQuery, HTML5, etc. En cambio, el UX (experiencia de usuario) es el conjunto de factores y elementos relativos a la interacción del consumidor, con un entorno o dispositivo concreto, cuyo resultado es la generación de una percepción positiva o negativa de dicho servicio, producto o dispositivo.

La clave es que las características de la UI estén enfocadas a dar una buena UX. Esta experiencia depende no sólo de los factores relativos al diseño (hardware, software, usabilidad, diseño de interacción, accesibilidad, diseño gráfico, calidad de los contenidos, buscabilidad/encontrabilidad, utilidad, etc.), sino también a aspectos relativos a las emociones, sentimientos, construcción y transmisión de la marca, confiabilidad del producto, etc.

Hasta ahora la experiencia de usuario como disciplina se aplicaba tradicionalmente a los sistemas informáticos y en particular a las páginas web, pero hoy se amplía a otros campos. Si tomamos como “experiencia” el consumo de un producto o servicio, veremos que hay que diseñarlos todos buscando la máxima satisfacción del consumidor. Que se ve actualmente como un usuario que vive una experiencia al utilizar un producto, o en el caso que nos ocupa una aplicación móvil; ya sea para Smartphone, para Tablet o para Phablet.

Esto es lo que separa a las aplicaciones exitosas de las que no tienen éxito. Para que las aplicaciones ofrezcan una mejor experiencia de usuario, probar su app en entornos reales, en entornos reales es clave. Las pruebas le permiten medir, administrar y mejorar el rendimiento de su aplicación durante las primeras fases de implementación. No ha de importar que estemos en fase Beta, lo importante es que la primera Beta ya aporte una experiencia de usuario positiva. Luego, ya se irán mejorando progresivamente según el feedback de los usuarios y del propio equipo de desarrolladores de aplicaciones o de diseñadores de interfaz y gráficos.

De la UI hay que tener claro que es el espacio donde se producen las interacciones entre seres humanos y máquinas. El objetivo del diseño de una interfaz de usuario es producir una interfaz que sea fácil de usar, eficiente y agradable para que al operar la máquina dé el resultado deseado. Una interfaz básica suele incluir elementos como menús, ventanas, desplegables, contenido gráfico, link, sonidos, etc.

Las funciones de una Interfaz de una APP de usuario son:

  • Puesta en marcha y apagado.
  • Control de las funciones manipulables del equipo.
  • Manipulación de archivos y directorios.
  • Herramientas de desarrollo de aplicaciones.
  • Comunicación con otros sistemas.
  • Información de estado.
  • Configuración de la propia interfaz y entorno.
  • Intercambio de datos entre aplicaciones.
  • Control de acceso.
  • Sistema de ayuda interactivo.

Nosotros tenemos claro que una buen diseño de la interfaz de una app es necesaria por eso, en FP Jesuitas UOC queremos ayudarte a que te prepares para ello y muchas cosas más. Pero con un post de un blog o leyendo un libro no es suficiente. Necesitas adquirir habilidades, no solo conocimientos teóricos; necesitas experimentar y practicar esta teoría. Necesitas el “saber hacer” del que tanto nos gusta hablar y el que tanto nos gusta enseñar y transmitir a nuestros alumnos. ¿Y cómo puedo ser un profesional? Realizando nuestro acreditado Ciclo Formativo de Grado Superior en Desarrollo de Aplicaciones Web, que te capacita para desarrollar, implantar y mantener aplicaciones web, utilizando tecnologías específicas.