¿Alguna vez te has sentido sin energía, con la mente nublada o simplemente más lento/a de lo normal? Muchas veces culpamos al cansancio o al estrés, pero hay algo más básico y frecuente que puede estar detrás de ese bajón: la falta de hidratación. Por eso, hablaremos de agua y salud. 

El agua, tu mejor aliada para la salud 

El agua es mucho más que una bebida refrescante. Es el ingrediente esencial que mantiene en marcha todo tu cuerpo. Desde que te levantas por la mañana hasta que te acuestas, cada célula, órgano y sistema de tu organismo necesita agua para funcionar correctamente.

Mantenerte bien hidratado/a te ayuda a regular la temperatura corporal, eliminar toxinas, proteger las articulaciones y los órganos, y transportar nutrientes y oxígeno. A veces no lo notamos, pero cuando el cuerpo empieza a perder más líquidos de los que recibe —lo que conocemos como deshidratación— todo se resiente.

Hidratación: un impulso para tu rendimiento diario 

Tanto si estudias como si trabajas, haces ejercicio o estás preparando unas oposiciones, la hidratación influye directamente en cómo rindes. Y no solo físicamente. También mentalmente.

Cuando estás bien hidratado/a, tu cuerpo tiene más energía, te concentras mejor y respondes con más agilidad. Por el contrario, incluso una leve deshidratación puede reducir tu capacidad de atención, ralentizar tu memoria y disminuir tu coordinación motora. No es una exageración: perder tan solo un 1-2 % de agua corporal ya puede afectar negativamente tu rendimiento cognitivo y físico.

Hidratación y rendimiento físico: el agua como combustible 

Si haces deporte o actividad física —aunque solo sea una caminata diaria o un paseo en bici— tu cuerpo necesita agua para regular la temperatura, evitar calambres y lesiones, y facilitar el transporte de nutrientes. Una correcta hidratación mejora la resistencia, la fuerza y la capacidad de recuperación.

No importa si eres runner, futbolista o simplemente te mueves para sentirte bien: hidratarte antes, durante y después del ejercicio marca la diferencia.

Hidratación y rendimiento cognitivo: pensar con claridad 

Cuando estudias, trabajas con pantallas o pasas horas preparando proyectos, necesitas que tu mente funcione como un reloj. Y para eso, el cerebro necesita agua.

La deshidratación puede provocar dolores de cabeza, fatiga mental, irritabilidad y una menor capacidad para tomar decisiones. Por eso, tener siempre a mano una botella de agua mientras estudias o trabajas no es un capricho: es una inversión en tu rendimiento.

Además, el rendimiento físico y el mental están conectados. Si estás cansado/a físicamente, tu mente lo nota. Y si no puedes concentrarte, tu cuerpo también lo refleja. Cuidar uno es cuidar el otro.

Consejos prácticos para una buena hidratación 

No se trata solo de beber agua cuando tienes sed. Aquí van algunas pautas sencillas que puedes integrar en tu rutina diaria:

  • Cantidad recomendada: en general, los hombres adultos necesitan unos 3.7 litros de líquidos al día, y las mujeres unos 2.7 litros. Esto incluye agua, infusiones, zumos y alimentos con alto contenido de agua como frutas y verduras.
  • Durante el ejercicio: si haces actividad física, bebe agua antes, durante y después para reponer los líquidos que pierdes con el sudor.
  • Ojo con ciertas bebidas: el café, los refrescos con cafeína y el alcohol pueden tener un efecto deshidratante. Está bien tomarlos con moderación, pero no deben sustituir al agua.
  • Atención a las señales del cuerpo: boca seca, orina oscura, fatiga o dolor de cabeza pueden ser señales de deshidratación. Escucha tu cuerpo.

No subestimes el poder de un buen hábito

Beber agua parece simple, pero es una de las mejores decisiones que puedes tomar por tu salud. No necesitas grandes esfuerzos ni herramientas sofisticadas, solo conciencia y constancia.

Incorporar una buena hidratación a tu día a día es tan importante como comer bien o dormir lo suficiente. Te sentirás más activo/a, más enfocado/a y con más capacidad para afrontar lo que venga.

En el CFGS Online de Dietética de Jesuïtes Educació en colaboración con la UOC, podrás profundizar en temas como la nutrición, el impacto de la hidratación y el equilibrio corporal, y cómo estos factores influyen en el rendimiento físico y mental.