Estudiar con más de 30 años de edad puede dar pereza. Es algo que te pilla en un momento de la vida en el que uno siente que se le empiezan a escapar los pétalos de la flor de la vida y entra en una dinámica ansiosa por no perderse ni un segundo. “El que pestañea se lo pierde”, decía un célebre locutor de automovilismo. En esta dinámica uno acostumbra a hacer inventario de prioridades: qué cosas quiero hacer y en qué orden quiero hacerlas. Y en este inventario uno podría cometer el error de colocar “ampliar conocimientos” en un lugar inferior del escalafón. Eso no debería ser así. Veamos por qué.
En primer lugar, la pereza es sólo un obstáculo psicológico. Es una barrera mental que podemos derrumbar con nuestra fuerza de voluntad. El truco está en hacer entender a la mente que, muchas veces, aquellas cosas que nos dan pereza son elementos imprescindibles para llegar a nuestro objetivo. Así, las ganas que tengamos de conseguir nuestro objetivo serán directamente proporcionales a las posibilidades de ganar a la pereza. Por eso, cuando la pereza aparece ante nosotros como un obstáculo hacia el objetivo, uno tiene que preguntarse: ¿cuánto quiero esto? ¿cuánto deseo esto? La respuesta enérgica, las ganas, la ilusión deben ser las armas para derrotarla.
En segundo lugar, es importante calibrar qué valor tiene incrementar el bagaje de conocimientos personales con más de 30. No podemos ponerle un número ni un porcentaje concreto de influencia en nuestra vida, pero podemos enumerar los beneficios que ello conlleva y ponderar el valor de estos beneficios en nuestra vida. Para alguien que ya esté trabajando es obvio que incrementar sus conocimientos aumenta su valor como profesional, lo que repercute directamente en un aumento de posibilidades de ascenso profesional. Desde la perspectiva de la marca personal, diríamos que la marca incrementa su valor, que se enriquece la marca y se vuelve más atractiva al entorno que la rodea. En suma, podríamos decir que el aumento de bagaje de conocimientos es una escalera a mejores puestos en la empresa.
Y para los que aún no tienen trabajo y quieren conseguir empleo, un grado de formación profesional puede ser el trampolín idóneo para ganar aquel plus de competencias y habilidades profesionales que a menudo marcan la diferencia a la hora de conseguir un trabajo. No sólo por el concepto clásico de que cuánto más sepas más probabilidades tienes de conseguir un trabajo sino porqué estudiar con más de 30 años demuestra muchas cosas del carácter de una persona. Por un lado significa que se trata de una persona perseverante, alguien que lucha por sus objetivos y que además pone todos los medios para lograrlo. También demuestra inteligencia e inquietud por ampliar conocimientos. Y sobre todo demuestra ambición. Ganas de autosuperarse. Espíritu inconformista. Y ese perfil es el que buscan muchas empresas: gente que, independientemente de la dificultad de los retos, pone todos los medios para lograrlos.
Y un tercer factor que aconseja estudiar a distancia con más de 30 años es el tiempo. Ese recurso tan escaso y que es fundamento indispensable de la vida de toda persona. Si no tienes tiempo no puedes estudiar. Para alguien que ya esté trabajando, estudiar cuando se ha superado la treintena de forma presencial es casi inviable. Lo normal es que uno, aparte de tener un trabajo, tenga un núcleo familiar y social al que dedicar parte de su tiempo. Ello le imposibilitaría estudiar. Pero la ventaja de los grados de Formación Profesional que ofrece la UOC junto con los Jesuitas es que es a distancia. Cada uno gestiona su tiempo como quiere. Sólo a través de un sistema online es compatible tener una vida laboral y familiar completa y al mismo tiempo compatibilizarlo con cursas un estudios de grado superior.
¿Estudiar FP con más de 30 años?
¿Cuál es la mejor edad para estudiar? Por todos estos puntos en UOC-Jesuitas no somos ajenos a la necesidad de estudiar de muchas personas que ya no están en la edad propia del estudiante pero que pueden valerse de un grado superior para aumentar sus competencias y habilidades profesionales. Por eso apostamos por los alumnos de todas las edades, plenamente conscientes de que nuestros cursos están enfocados a todas aquellas personas que estés dispuestas a ampliar sus conocimientos. Solicita ahora información de los ciclos formativos de grado superior que impartimos.