El número de titulados universitarios que posteriormente se matriculan en ciclos formativos de grado superior de formación profesional casi se ha duplicado en dos años en Cataluña. Queda demostrado que no sólo los estudiantes que cursan un grado superior de FP después pasan a la Universidad. Según datos del Consejo Catalán de Formación Profesional en el curso 2014/15 se matricularon 377 alumnos, el año pasado 710 y este curso 751 alumnos.
Este «fenómeno emergente» tiene sentido si pensamos en las grandes dificultades para encontrar trabajo después de estudiar en la universidad. La FP es una gran opción en términos de ocupación. Parece que este paso de la universidad a la formación profesional, muy frecuente en otros países de Europa, ha venido para quedarse.
Fuente: Diari Ara