La solvencia financiera es un indicador clave para conocer la situación económica de una empresa. Saber si tu negocio es solvente te permitirá tomar las medidas necesarias para garantizar su viabilidad económica a largo plazo.
¿Qué es la solvencia financiera?
La solvencia financiera es la capacidad de un agente económico para devolver las deudas. Debes tener en cuenta que una buena salud financiera te brindará la oportunidad de acceder a una financiación externa con unas mejores condiciones. Esto se debe al hecho de que las entidades bancarias entienden que los agentes solventes tienen más posibilidades de devolver los préstamos.
¿Cómo calcular la solvencia financiera?
Una empresa es solvente si el valor de los activos es superior a su valor pasivo, es decir, a sus deudas. En otras palabras, si el patrimonio neto de la empresa es positivo no debería haber problemas, a no ser que los activos no sean líquidos y existan deudas que pagar a corto plazo. Para medir la solvencia de las finanzas de una empresa existen distintos indicadores:
- Endeudamiento: consiste en dividir el total de las deudas entre el patrimonio neto. Los valores por encima del 0,60 reflejan un alto endeudamiento.
- Endeudamiento a largo plazo: se calcula dividiendo las deudas que debe devolver la empresa a largo plazo entre el patrimonio neto. De nuevo, los valores por encima de 0,60 no se consideran asumibles.
- Solvencia: es el resultado de dividir el total del activo entre el total del pasivo. El resultado óptimo es de 1,5.
- Apalancamiento financiero: consiste en dividir el activo entre el patrimonio neto. Cuanto más elevados sean los valores, más dificultades tendrá la empresa para financiar su inversión. En este caso, el negocio dependerá de una financiación externa.
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