La sociedad digital necesita centros de datos que almacenen y procesen la información que produce nuestra interacción con la tecnología: desde transacciones bancarias hasta documentos guardados en Google Drive o correos electrónicos.
Por muy necesarios que sean estos centros, también debemos ser conscientes de que pueden llegar a ser muy contaminantes. Pero eso está cambiando gracias a los principios de la ciberseguridad sostenible.
¿Qué es un centro de datos sostenible?
El consumo energético de un centro de datos puede llegar a ser equivalente al de un pueblo con 80.000 viviendas. Aunque el número de datos generados por internautas no deja de aumentar, el consumo energético de estos centros lleva un tiempo estabilizado gracias al compromiso de la ciberseguridad sostenible.
De esta forma, comienzan a aparecer centros de datos sostenibles, espacios diseñados para llevar a cabo el almacenamiento y el procesamiento de la información consumiendo la misma energía que producen, a veces incluso menos.
Gracias a una combinación de gestión eficiente, tecnología avanzada y fuentes energéticas renovables, estos centros de ciberseguridad sostenible se convierten en fuentes netas de energía limpia.
Centros de ciberseguridad sostenible: iniciativas eficientes
Algunas de las iniciativas de estos centros de ciberseguridad sostenible son:
- Sistemas de aclimatación eficientes: los centros de datos deben estar a unos 25º en todo momento, por lo que gran parte de su consumo energético se destina a la refrigeración. Por ello se utilizan sistemas de climatización que permitan aprovechar el calor emitido por el centro para otras funciones.
- Uso de IA para analizar, controlar y optimizar el consumo energético del centro de datos en todo momento, maximizando la eficiencia sin comprometer el rendimiento.
- Implementación de fuentes de energía verde, como la solar o la eólica, así como de métodos de almacenamiento y acumulación de esta energía.
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