La avalancha de cambios tecnológicos que estamos viviendo en los últimos tiempos comporta, a su vez, interesantes oportunidades y serias responsabilidades. Y es que el potencial de tecnologías como la inteligencia artificial puede transformar nuestra sociedad de manera irreversible. Hoy te contamos cuáles son los riesgos de las nuevas tecnologías y los peligros de lo que conocemos como «industria 4.0».
Cinco peligros asociados a las nuevas tecnologías
A pesar de los beneficios que nos aporta, la inteligencia artificial también conlleva numerosos riesgos para las personas, ya sea por culpa de fallos técnicos o por ser usada deliberadamente para hacer daño. Estas son las principales amenazas actuales de las nuevas tecnologías:
- Los peligros del reconocimiento facial. Aunque ya se está usando en muchos teléfonos inteligentes, utilizar inteligencia artificial para verificar la identidad de los usuarios esconde una serie de cuestionamientos éticos relacionados con el derecho a la privacidad y las libertades individuales.
- La plaga del deep fake. La manipulación de vídeos mediante sistemas inteligentes para desacreditar o humillar a personajes públicos es uno de los grandes problemas mediáticos de nuestra era. El avance de las nuevas tecnologías permitirá realizar falsificaciones de imágenes o deep fakes cada vez más convincentes y de manera más sencilla.
- Los fallos de los vehículos autónomos. A pesar de que numerosas compañías automovilísticas y tecnológicas ya han empezado a lanzar sus coches autónomos, los accidentes sufridos por este tipo de vehículos han puesto de manifiesto que todavía falta tiempo para alcanzar la conducción autónoma. Además, existe la posibilidad de engañar a estos automóviles para provocar accidentes, alterando los datos que reciben sus sensores.
- La posibilidad de crear armas letales. Como sacó a la luz el fallido proyecto Maven de Google, las grandes compañías tecnológicas están colaborando con algunos gobiernos para crear armas inteligentes como drones de ataque.
- Los bots para la manipulación de la opinión pública. Los algoritmos de inteligencia artificial que se utilizan para determinar la información que se publica en redes sociales pueden manipularse para promover la desinformación. De esta forma, los partidos políticos pueden evitar el debate y el intercambio de opiniones aislando a los ciudadanos en sus propios filtros de opinión.
Así pues, paralelamente al desarrollo científico y tecnológico, es necesario establecer un debate entre empresas e instituciones para conseguir que las nuevas tecnologías nos traigan solo beneficios y no tengan consecuencias negativas.