La inversión del sujeto pasivo, aunque no es un procedimiento habitual en la aplicación del IVA, puede producirse en determinados casos que debemos conocer. En el artículo de hoy te explicamos cuándo se produce y cómo funciona la inversión del sujeto pasivo en el IVA.

¿Qué es la inversión del sujeto pasivo en el IVA?

La inversión del sujeto pasivo en el IVA quiere decir que la condición de sujeto pasivo recae en el destinatario de la operación: el que compra el bien o recibe el servicio, en lugar del que lo vende o lo presta, que es lo más habitual. Para realizar la inversión del sujeto pasivo, el destinatario de los bienes o servicios debe ser un empresario o un profesional que actúe como tal. 

¿Cuándo se produce la inversión del sujeto pasivo?

La inversión del sujeto pasivo en el IVA puede producirse en las siguientes operaciones:

  • Entregas de desperdicios y desechos.
  • Operaciones realizadas por sujetos o entidades no establecidas en el territorio de aplicación del impuesto.
  • Entregas de oro sin elaborar o productos semielaborados de oro de ley igual o superior a 325 milésimas.
  • Prestaciones de servicios relacionados con derechos de emisión y reducciones certificadas de gases de efecto invernadero.
  • Entregas de bienes inmuebles que son consecuencia de un proceso concursal.
  • Entregas de bienes inmuebles exentos de impuestos en los que el sujeto pasivo renuncia a la exención. 
  • Ejecuciones de obra y cesiones de personal para la urbanización de terrenos y la construcción o rehabilitación de edificaciones.
  • Reformas de locales de negocios llevadas a cabo por el arrendatario en edificaciones que son propiedad del rehabilitador o de terceros.

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