El Visual Merchandising es una estrategia de marketing cuyo objetivo es conseguir que el punto de venta sea más rentable. Una de las formas de conseguirlo es a través de la decoración de interiores, entre otras tácticas, que influyen en las decisiones de compra del cliente.

¿Qué es el Visual Merchandising?

El Visual Merchandising es una de las principales herramientas de promoción de las empresas minoristas para atraer clientes y aumentar las ventas. Sirve tanto para los bienes como los servicios y los muestra de tal forma que resalten sus características y beneficios. El objetivo del Visual Merchandising es atraer, involucrar y motivar al cliente hacia la compra.

Esta “ciencia” comenzó en los inicios del siglo XIX cuando los mayoristas crearon establecimientos minoristas y la exhibición visual de productos se volvió una necesidad. Hoy en día existe formación en Marketing y Publicidad un perfil muy demandado en multinacionales y grandes superficies, empresas de logística, comercio y como servicios a las empresas.

Diseño de interiores versus Visual Merchandising

El diseño de la tienda en que trabaja el Visual Merchandising es similar al diseño de interiores, porque los dos buscan la belleza y estilo acorde con la marca. Pero la particularidad del Visual Merchandising es que su diseño debe reflejar la personalidad de una marca y las características asociadas a ella como parte de la estrategia de marca y de venta al por menor.

El visual merchandising involucra tanto a las comunicaciones como a la señalización y las imágenes que se utilizan en la tienda. Los elementos visuales juegan un papel importante en la construcción de una marca en el sector minorista y, por tanto, ayudan a una marca a diferenciarse de sus competidores e incluso a crear fidelidad con la marca.

¿Qué elementos utiliza?

El Visual Merchandising se comunica con los clientes a través de elementos que estimulan los sentidos como la iluminación, la música, los aromas y las pantallas audiovisuales. Gracias a diversas técnicas, se crea un entorno en el que se influye de forma positiva en las decisiones de compra del consumidor.

Entre los diferentes recursos que utiliza están: las pantallas interiores, la disposición de la tienda, los maniquíes, las diferentes atmósferas, la luz, la música, el aroma, las pantallas exteriores, los colores, las fotografías y señalización…

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