La identificación digital es un conjunto de procedimientos digitales que mediante un sistema informático pueden verificar la identidad de una persona. Especialmente, la de los usuarios que operan a través de internet. Como veremos a continuación, la evolución de internet ha influido en el desarrollo de la identidad en internet de manera determinante.
Tipos de identidad en internet
Así pues, en un inicio, la web 1.0 estaba ligada a la identidad 1.0 o identidad centralizada. Después, la web 2.0 y el auge de las plataformas cerradas conllevaron la aparición de la identidad federada. Por último, la web3 ha incorporado conceptos como la descentralización del internet, las tecnologías blockchain y la economía basada en fichas. Este hecho ha procurado la aparición de la identidad descentralizada o autosoberana. Veamos, pues, estos tres tipos de identidades en profundidad:
1. Identidad centralizada
En este caso, cada proveedor o plataforma de servicios digitales almacena la información de todos sus usuarios. Así pues, los navegantes necesitan registrarse con un nombre de usuario y una contraseña distintos para acceder a cada uno de los servicios. Por desgracia, las bases de datos de dichos servicios, frecuentemente, son objeto de robo por parte de los ciberdelincuentes. Como consecuencia, la identidad centralizada es un modelo con tendencia a sufrir problemas de ciberseguridad.
2. Identidad federada
En este modelo, una única identidad (como por ejemplo, el registro en Facebook o Google) sirve para acceder a distintos servicios y plataformas digitales. Como consecuencia, este tipo de identificación es mucho más cómoda para los usuarios y mejora la experiencia de uso del navegante. Sin embargo, implica ofrecer demasiada información sobre nuestros movimientos a unos pocos proveedores de soluciones de identidad. Así pues, la monetización sin control de los datos personales por parte de unas pocas empresas proveedoras todavía supone problemas de privacidad y seguridad.
3. Identidad descentralizada
Las wallets de identidad son un ejemplo del uso de una identidad descentralizada o identidad autosoberana. Las wallets son aplicaciones para dispositivos móviles que pueden almacenar la información personal del usuario. De esta manera, los mismos usuarios pueden custodiar sus propios datos personales. Así pues, tal y como sucede con la identidad federada, solo necesitamos crear una única identidad. Pero, en este caso, no necesitamos ceder nuestra información a un proveedor que pueda usarla para sacar rendimiento económico. La identidad descentralizada se basa en la tecnología de blockchain, la cual permite evitar el abuso de poder que ejercen las plataformas centralizadas y brindar un modelo cómodo para los usuarios.
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