Las nuevas tendencias pedagógicas dan la vuelta al currículum. Eliminan las asignaturas y las evaluaciones finales para implantar el aprendizaje a través de la unión de varias disciplinas. Se trabaja a través de retos y proyectos en los que interviene más de una materia.

La innovación pedagógica ya ha llegado. Tras años de estudios académicos, y de someter a dudas y escepticismo las nuevas propuestas pedagógicas, los resultados definitivos están empezando a implantarse. El aprendizaje por competencias, el traslado de la responsabilidad de aprender del profesor al alumno y el enfrentarse a situaciones reales como método de apuntalamiento de los conocimientos, entre otros, son algunos de los elementos educativos que ya aparecen en los planes de estudio de numerosos centros educativos.

En Cataluña, los Jesuïtes ya están implementando todos estos avances con el programa Horitzó 2020, la Escola Pia lo hace con el proyecto “Summem” y los Maristes también han empezado a dar pasos en la misma dirección. Casi todas las grandes empresas de escuelas concertadas están adaptando sus currículos a las nuevas tendencias.

Pero, ¿en qué consisten estas “nuevas tendencias”? ¿En qué se diferencian del modelo tradicional? En casi todo. Como ya se ha mencionado, el cambio más sustancial es el de cambiar la memorización tradicional por la adquisición de competencias que puedan ser aplicadas en la vida real. Este cambio, piedra angular del nuevo sistema, hace virar la estructura educativa en que ya no se premia al que más cosas sabe en un examen sino al que mejor aplica los conocimientos adquiridos.

Ventajas del aprendizaje basado en proyectos

Se sustituye el trabajo individual por el trabajo en equipo y el estudio de contenidos por el aprendizaje en el proceso de entender, pensar y aprender nuevos conocimientos que pueden ponerse a prueba en situaciones específicas. Enfrentarse a un reto concreto y específico permite poner en práctica, en una simulación de la vida real, lo que la escuela debería enseñar a los alumnos: la solución integral de problemas a través del trabajo en equipo. Y es que solucionar un reto complejo requerirá aplicar conocimientos de diversas materias, aptitudes prácticas y una buena dosis de cooperación grupal.