Ante el reciente crecimiento de la economía española, europea y mundial, las empresas están empezando a experimentar períodos de crecimiento interno ante los cuales aún se está operando con cautela. Es lógico. La cicatriz de la crisis aún se está cerrando y prevenir posibles riesgos es lo más humano del mundo. Pero poco a poco, los empresarios van volviendo a entrar en la lógica natural de una empresa: la reinversión de los beneficios. El crecimiento de la empresa a través de invertir los beneficios. Necesitan expertos en administración y finanzas.

El número de sociedades mercantiles constituidas en el segundo trimestre de 2016 en nuestro país fue de 27.918, lo que supone un 12,9% más que el mismo período de 2015, según datos del Colegio Registradores de España. El crecimiento y expansión de las empresas conlleva el aumento de puestos de comunicaciones y burocracia y, por extensión, de volumen administrativo. La administración es como jugar de pivote defensivo en un partido de fútbol. Es una tarea poco vistosa pero imprescindible. Es el lado oscuro de la luna. Un sector que existe pero en el que a veces la gente no cae.

Y sin embargo una buena gestión administrativa puede marcar la diferencia entre una empresa que funcione bien y una que se vea constantemente atascada por la mala gestión de los trámites administrativos que se originan en el día a día de una empresa. A fin de cuentas, la comunicación y burocracia en cualquier empresa es como la sangre que abastece el cuerpo humano: a mejor funcionamiento, mayor rendimiento. Si nuestros departamentos administrativos funcionan con fluidez y agilidad, notaremos que el resto de departamentos de la empresa están mucho más oxigenados.

El mercado demandará expertos en Administración y Finanzas

Se buscan matemáticos emprendedores. Ojo con esa adjetivación, que va en serio. Se trata de la definición metafórica de un buen financiero. Sí, aunque parezcan elementos antagónicos -la exactitud y el riesgo-, son los que pueden convertir a un simple contable en un profesional imprescindible para su empresa.

Empecemos por las matemáticas. Las finanzas son exactas. Sobre todo en tanto que versan sobre el dinero: un patrón de intercambio único y determinado. ¿Qué significa eso? Que se puede contar. Dinero hay el que hay. Ni más ni menos. Es cierto que existe un margen de maniobra al que llamamos ingeniería financiera. Y que por su mal uso a menudo se ha asociado esta técnica con la corrupción y a lo moralmente incorrecto. Pero de eso hablaremos en el siguiente apartado.

Ahora nos interesa la matemática. La certeza absoluta de que hay que cuadrar los números. Esa es una de las principales misiones de quien se dedica a las finanzas: asegurarse de que todos y cada uno de los activos de una empresa tengan su correspondiente forma de financiación. Y para ello hay que estar muy bien formado: hay que tener en la cabeza varias nociones contables, hay que estar pendiente de las modificaciones legislativas del Plan General de Contabilidad, hay que ser preciso en los cálculos, meticuloso con los métodos que se emplean. En fin, hay que ser matemáticamente impecable. Para las empresas es fundamental tener expertos en administración y finanzas. Un error en la previsión del financiamiento te puede romper y desajustar toda la estructura económica de la empresa.

Pero, como siempre, en la otra cara de la moneda está la sonrisa, el espíritu emprendedor. Las finanzas no son una ciencia cerrada. Hoy en día, las empresas utilizan modos complejos para financiarse. Letras, lísing, renting, y otras posibilidades ofrecidas por los bancos y los inversores privados dispuestos a invertir. Cada uno de estos mecanismos ofrece una serie de condiciones distintas. Y es ahí donde aparece la magia de las finanzas. Dónde uno puede demostrar su conocimiento y aplicar la llamada ingeniería financiera. ¿Cómo? Sabiendo qué mecanismos se adecúan mejor a las condiciones y los objetivos de la empresa. Para eso hay que analizar muy bien la situación de partida y conocer muy bien las ventajas y el funcionamiento de cada uno de los elementos del abanico de posibilidades que ofrece el sector de las finanzas. Y eso no es ilegal. Es ingeniería. Es magia. Fórmate ahora para ser uno de los mejores expertos en administración y finanzas.