Cuando un niño cumple dos años, empieza a desarrollar competencias y habilidades nuevas: habla sin parar, camina con más soltura y se vuelve más independiente. A la vez, comienza a adquirir otros gustos y a entretenerse de manera diferente.

Competencias y habilidades de los niños a partir de los dos años

A partir de esta edad, las maneras de distraerse y el comportamiento del infante cambian. Entre sus nuevas actividades podemos destacar las siguientes:

  • Correr. Ya no quiere estar en brazos, sino todo lo contrario. Prefiere la libertad que le brinda poder correr de un lado a otro. Esta es una actividad que, además de divertirle, favorecerá su habilidad motora. Obviamente, para que pueda correr tiene que ser capaz de andar solo, sin ayuda. En esta etapa a los padres no les queda otra opción que estar continuamente vigilándolo y explicarle en qué situaciones puede correr y en cuáles no.
  • Imitar. Este es el momento en el que empieza a copiar gestos y a imitar sonidos y palabras, lo que lo ayuda a comprender su significado asociándolos con el contexto en el que se dicen. Es muy importante que se fomente el juego simbólico, en el que el niño reproduce la vida cotidiana de los adultos (cuidar a un bebé, disfrazarse, fingir que cocina o conduce, etc.). Imitar lo ayudará a aprender a resolver conflictos.
  • Construir. Comienza a desarrollar nuevas capacidades cognitivas (distingue tamaños y formas) y capacidades motoras (mejor coordinación mano-ojo), por lo que su interés ahora se centra más en construir, crear y juntar. Además, su capacidad de concentración aumenta en esta etapa, lo que hace que se entretenga con una actividad concreta durante más tiempo.
  • Mancharse. Cuanto más, mejor. Al niño le encanta pringarse con la comida, el barro o las pinturas. Es una actividad de lo más sana, por mucho que los padres a veces se echen las manos a la cabeza.

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