JavaScript es un lenguaje de programación que permite hacer operaciones complejas en una página web. Muestra actualizaciones de contenido, animaciones gráficas e interactúa con mapas, entre otras acciones. Si te interesa cómo funciona JavaScript, para qué sirve y cómo se complementa con las demás tecnologías para la web, sigue leyendo. Puedes entrar en el mundo de la informática con el ciclo formativo de grado superior de Administración de Sistemas Informáticos en Red, en el que aprenderás todo lo relacionado con el lenguaje de programación y a configurar, administrar y mantener sistemas informáticos.

¿Cuáles son los estándares de la tecnología web más conocidos?

Aunque los más conocidos son HTML y CSS, JavaScript también es uno de ellos y se complementan entre sí de la siguiente manera:

  • JavaScript sirve para crear contenido nuevo y dinámico, así como imágenes animadas, o para controlar ficheros multimedia.
  • HTML da sentido y estructura al contenido web y define los párrafos, las tablas, las imágenes y los vídeos.
  • CSS aplica estilo al contenido HTML coloreando los fondos y las tipografías; es decir, lo hace llamativo para el usuario.

Ahora que ya sabes para qué sirve JavaScript, ten en cuenta que para crear contenido web de calidad es necesario utilizar los tres juntos.

El lenguaje JavaScript se ejecuta en el motor del navegador, después de que los códigos HTML y CSS se hayan juntado en la página web. De esta manera, se asegura que tanto el estilo como la estructura de la página están en el sitio correcto cuando JavaScript comienza a ejecutarse.

¿Qué se puede hacer con JavaScript?

Su núcleo consiste en características comunes de programación y permite realizar, entre otras, las siguientes acciones:

  • Almacenar valores útiles dentro de una variable.
  • Crear operaciones escritas en formato de texto o strings.
  • Hacer funcionar el código en respuesta a ciertas actividades que estén ocurriendo en la página web.

En definitiva, JavaScript sirve para conseguir un mayor índice de interactividad y mejorar la experiencia de usuario. Se emplea, sobre todo, para dotar a la página de más funciones y facilitar la comunicación, pero, además, es capaz de otorgar todas las mejoras posibles sin incidir apenas en el peso de la página web. Así se garantiza una mayor velocidad de carga, entre otras ventajas.